
Fantasías
Freud definió a las fantasías como “no destinadas a ejecutarse”. Sin embargo, la fantasía sexual es un afrodisíaco y, por lo tanto, es el único antídoto efectivo para contrarrestar la realidad.
Freud definió a las fantasías como “no destinadas a ejecutarse”. Sin embargo, la fantasía sexual es un afrodisíaco y, por lo tanto, es el único antídoto efectivo para contrarrestar la realidad.